Es una consulta con Médico de Salud Mental. Es decir, un médico general con estudios de posgrado en salud mental y distintas subespecialidades, como psicofarmacología, urgencia psiquiátrica o incluso psiquiatría.

El médico de salud mental NO ES UN PSIQUIATRA. Pese a que abarca los mismos problemas de salud mental, debe derivar a psiquiatra los casos que no responden a la farmacología, los cuadros agudos de TAB y TLP, a los pacientes con esquizofrenia y las urgencias psiquiátricas.

La atención con médico de salud mental es recomendada para problemas de salud mental como estrés, ansiedad, depresión, entre otros, que pueden presentarse durante la pubertad y la adolescencia.

La consulta psiquiátrica infanto-juvenil puede costar hasta $80.000 pesos chilenos, mientras que la consulta con un médico con formación en salud mental infanto-juvenil o medicina familiar con mención niños es más asequible. La mayoría de los trastornos de salud mental pueden ser abordados por un médico de salud mental, y estos profesionales contribuyen a desaturar a la escasa cantidad de psiquiatras que hay en Chile.

Si tu hijo, hija o pupilo puede ser tratado por un médico de salud mental, prefiere un médico de salud mental.

Un médico de salud mental infanto-juvenil puede realizar sospecha de TEA, el cual debe ser confirmado por un psiquiatra o neurólogo infanto-juvenil, a través de una orden de derivación.

Sí, puede mantener el tratamiento de niños o adolescentes ya diagnosticados, o con derivación de psicólogo, neuropsicólogo, neuropsiquiatra, terapeuta ocupacional, fonoaudiólogo, entre otros especialistas.

Sí, un médico de salud mental infanto-juvenil puede recetar medicamentos y medicamentos retenidos, al adulto responsable, tutor legal, madre o padre del menor.

Un médico de salud mental puede emitir certificados válidos para instituciones académicas como justificativo de inasistencia a clases; así como también certificados y solicitudes escolares.

No, la atención a través de telemedicina es limitada. Para urgencias se requiere un examen físico de un especialista. Se recomienda asistir a la urgencia pediátrica más cercana.